La psicología, una ciencia muy denostada aún en nuestro país, es una de las más importantes en la calidad de la vida de las personas en la actualidad, tanto para solucionar problemas de ámbito personal, social, laboral, académico y familiar como para aportar nuevos conocimientos acerca de lo que nos hace más felices.

Al contrario de lo que mucha gente cree, el cometido de la psicología se centra en el estudio del comportamiento humano en todos sus ámbitos. Aunque su consideración como ciencia se ha intentado popularizar ya desde el siglo pasado, su naturaleza es motivo de batalla interna, ya que muchos psicólogos consideran que no puede tratársela como disciplina empírica, pues muchos de sus objetos de estudio no son medibles ni cuantificables, incluso algunos de sus supuestos son aún desconocidos, como el concepto de conciencia. En este sentido, puede que haya sido pretencioso querer desligar totalmente a la psicología de la disciplina que le dio origen: la filosofía.

A efectos prácticos y ajenos a la lucha interna dentro de los académicos de esta disciplina. La psicología, aún incipiente, avanza deprisa y pone su saber al servicio de la sociedad (aunque su mala prensa hace que muchas veces sus ventajas no sean disfrutadas por la población. Todavía hay mucha gente que trata de ocultar que va al psicólogo, como si fuese un motivo por el que avergonzarse.

La psicología clínica, que es la que se encarga de prevenir y tratar patologías y problemas de salud mental graves y relativamente frecuentes en la población como la esquizofrenia, actúa en coordinación con los servicios médicos de psiquiatría y ofrecen apoyo e información a los familiares del enfermo para que sepan tratar su dolencia y favorecer la convivencia.

Los psicólogos clínicos se ocupan también de problemas de acciones a drogas o al juego patológico, ansiedad, estrés, irritabilidad, trastornos del sueño, de la alimentación…

Son terapias basadas en la relación humana, entre las personas que acuden a una terapia conjunta o en la relación entre psicólogo y paciente/cliente en el caso de las terapias individuales.

Desde Nuevo Orden queremos tratar temas de interés social, sin tabús ni miedos. Somos conscientes de que existe un pacto no acordado en nuestra sociedad, por el cual toda la temática negativa considerada no agradable (la depresión, la ansiedad, la soledad, el suicidio…) se aparta y se evita en los temas de conversación. De esta manera, la persona que sufre un dolor psicológico se ve apartada de la ayuda social, recibiendo (por si no fuera poco con su propio sufrimiento) un trato totalmente injusto por parte de su entorno.

Por eso en Nuevo Orden te damos respuesta a las dudas que tengas sobre todos estos temas y te ofrece apoyo para que acudas al servicio profesional que necesites, sin miedos, sin prejuicios y deseando dejar lucir de nuevo tu sonrisa.