Las academias cumplen una función imprescindible en el mundo educativo, ellas son las que ayudan a mejorar las notas de los alumnos que no llegan a aprobar o que necesitan sacar más nota. En algunos casos como en los idiomas o las matemáticas o química, casi son imprescindibles para muchos alumnos, a los cuáles no les valen las explicaciones solo del profesor para aprobar.
Además de esta ayuda, muchas veces a nivel psicológico también son de una gran ayuda, pues pueden fomentar esa cultura del esfuerzo y estar encima de ellos a muchos les viene bien para que den ese “algo más”, que muchos alumnos necesitan.
En el caso de mi hijo, fueron realmente los que le ayudaron a darse cuenta de que tenía que estudiar de verdad si quería hacer realidad su sueño de ser diseñador de automóviles. Uno de sus profesores de la academia habló con él y le dejó claro que si quería conseguir su sueño debía luchar por él. Luego hablando con el profesor, me comentó, que además de su trabajo en la academia, era coaching, algo de lo que se benefició mi hijo y por lo que le dimos las gracias.
Cuando vimos que sus notas comenzaban a flojear y estaba más pendiente de jugar a videojuegos de coches que de sus estudios, decidimos buscarle una academia para que aprobara idiomas y subiera su nivel en matemáticas. Un padre de un compañero suyo nos recomendó la Academia de estudios PUPILOS y fuimos allí para hablar de nuestro hijo y apuntarle. Los resultados no tardaron en llegar y el trato fue de lo mejor.
Esta academia realiza no solo la labor de ayudar a los alumnos, también les hace ser más conscientes de su esfuerzo y del desarrollo que deben hacer de sus capacidades. Los profesores, que tuvimos ocasión de conocer a varios, nos parecieron gente que realmente se interesa porque los alumnos den lo mejor de sí mismos.
Quizás esta es la problemática que existe en muchos colegios, que los profesores llegan, dan su temario y los que lo cogen y estudian aprueban, pero los más remolones terminan en muchos casos cayendo en suspensos y tampoco tienen medios los profesores ni tiempo para dedicar a esos alumnos que a lo mejor no son tan estudiosos o necesitan que les “pinchen” para que den ese empujón para aprobar.
Las alumnos rinden más en clases reducidas
En el caso de PUPILOS, dan clases de no más de ocho alumnos, algo que según nos dijo su profesor de inglés es vital para que pueda seguirse con más atención el avance de cómo aprende el alumno, algo que hoy por hoy es imposible de realizar en los colegios públicos.
Nuestro hijo ahora ha vuelto a sacar notas espectaculares y se le ve más centrado, algo que tenemos que agradecer. Lo cierto es que da gusto y sacrificarse en el pago de una academia que no solo ves que merece la pena por que saca buenas notas, también ves que le ha concienciado para que de siempre lo mejor de sí mismo.
A veces los padres, no tenemos el tiempo que quisiéramos para ayudarles con las tareas ni la formación y quizás un profesor puede ser no solo quien le enseñe sino esa persona que le muestre el camino de la superación diaria que todos tendríamos que tener.