La rutina del día a día, la soledad o muchas veces la necesidad interna (que pocas veces se adivina) de cambiar de aires son algunos de los aspectos que pueden mejorarse con un viaje. En efecto, varios estudios han probado los beneficios que viajar tiene para el cuerpo, la mente y las relaciones en general. Vamos a comentar algunas de ellas:
- Mejora las relaciones personales: ya viajes solo, en grupo o en familia, siempre hay charlas con los lugareños, con el guía, con los trabajadores o con los comerciantes. Esto mejora las habilidades sociales y comunicativas, recomendable para personas que viven en soledad, con mucha timidez o que están pasando por una depresión. Conocer gente nueva enriquece a las personas.
- Mejora nuestra salud: minimiza la hormona del estrés y optimiza nuestro sistema inmunológico.
- Abre la mente: conocer otras costumbres, otros paisajes, conocer la historia de algún lugar y charlar con los habitantes de los lugares que visitas ayuda a adquirir una perspectiva más amplia de la vida. Además, se aprende a disfrutar de los pequeños detalles, como esas fuentes tan comunes por la zona que jamás habías visto, o la flora y fauna, etétera.
Si además te alojas en un lugar con encanto, la experiencia se hace aún más bonita. Es el caso de los que han probado el hotel Olid, un lugar situado en centro de Valladolid, recién reformado, cuyas habitaciones y servicio gustarán a los amantes de ciudades con reminiscencias medievales.
El viaje como terapia está ya más que comprobado. Ya sólo queda… ¡hacer las maletas!