Cada vez son más las personas de la Tercera Edad que tienen que convivir solas en casa. Bien porque parte de su familia está trabajando, o bien porque la esperanza de vida ha aumentado, los ancianos permanecen en sus domicilios durante muchos más años que antes. Por eso, es inevitable pensar en su seguridad.
Yo lo viví en primera persona. Mi abuela, de 89 años, y que por suerte, la cabeza la mantiene de 10, tras la muerte de mi abuelo se tuvo que quedar sola en su casa. Desgraciadamente, nadie de la familia podemos estar con ella las 24 horas del día, pero sí, podemos controlarla y sobre todo, poner todos los medios para que en su propia casa sufra algún percance. A continuación os cuento por encima las medidas que tomamos en el domicilio de mi abuela, para que no corriera ningún peligro.
- Lo primero fue mantener el piso limpio, libre de objetos con los que se pudiera tropezar.
- Las escaleras son siempre sinónimo de peligro. Por eso, las revestimos de un material menos duro, y sobre todo, las iluminamos con bandas.
- Uno de los lugares donde más accidentes caseros se producen es en el baño. Si los que aún estamos en forma sufrimos más de un resbalón, que no va a pasar con los pobres abuelos. Por eso, mi recomendación es proveer la bañera de asideros y alfombrillas antideslizantes.
- También hay que evitar mantener alfombras y alfombrillas que se mueven o hagan tropezar. Mi abuela la pobre apenas levanta los píes del suelo, y esto ha provocado más de un susto.
- La luz es el mejor aliado de las personas mayores. Por eso iluminamos muy bien la casa, y además instalamos lámparas de seguridad en los pasillos. Nosotros por la economía no pudimos, pero si tú puedes, instala aparatos de control remoto para que no tenga que atravesar habitaciones a oscuras.
- Además, llevar consigo un aparato de alarma puede salvarle la vida en caso de caída para evitar permanecer durante mucho tiempo herido sin poderse levantar.
- Otro detalle que tuvimos fue retirar todos los armarios clásicos de la habitación. Eran muy peligrosos. Apostamos por los empotrados que son más prácticos, cómodos y seguros. Nos pusimos en manos de la empresa Sidon Armarios, que son especialistas en ello, y la verdad es que acabamos muy contentos.
- Otros aspectos que también hay que tener en cuenta son los posibles incendios o quemaduras. Hay que controlar siempre la temperatura del agua antes de usar el baño o lavarse. Por supuesto, revisar periódicamente las instalaciones eléctricas. Instalar extintores y detectores de humos en toda la casa y recordar a nuestros mayores que no hay que sentarse cerca del fuego, ya que ellos, quizás de su época joven en el pueblo, estén acostumbrados a ellos.
- Además, en la cocina, conviene utilizar cuchillos y utensilios especiales de seguridad. Y tener cuidado con banquetas que puedan quedar sueltas.
Los accidentes más comunes en ancianos son caídas, y como los huesos no están para muchos trotes, hay que evitar que estos tropiezos puedan provocar una avería más gorda. Yo creo que si seguís estos consejos, no habría que preocuparse porque nuestros mayores vivieran solos.