No es extraño encontrar, en esta sociedad que hemos creado entre todos, a niños y niñas víctimas del acoso escolar, la diferencia radica, principalmente, en cómo afecta ese acoso a unos niños y a otros. Ante todo hay que dejar claro que el bullying no tiene excusa y que, ante cualquier caso de acoso escolar, hay que dar la voz de alarma. Ahora bien, dicho esto, hay niños que lo sufren más que otros y sería un gran paso averiguar qué es lo que más motiva a los niños a ir contra uno y no contra otro.
Según algunos expertos, entre ellos Lucrecia Morgan, la directora del Equipo Anti Bullying en Argentina, hay algunos factores de riesgo individuales que predisponen a un niño/niña de ser víctimas de acoso escolar. Sin embargo hay que dejar claro que esto no es determinante ya que hay niños que tienen todos los factores de riesgo individuales pero están en un grupo sano donde no sufren ni sufrirán bullying.
Ahora bien, ¿Cuáles son esos factores de riesgo?
Déficit en habilidades sociales, timidez e inseguridad son los tres factores de mayor riesgo en un niño en edad escolar pues, por desgracia, está demostrado que algunos niños utilizan estos factores para burlarse y vejar a la víctima. Pero debemos recordar que, a día de hoy, todo es motivo de burla, desde llevar gafas o usar unas zapatillas rosas hasta ser un niño que viene de una familia adinerada o, por el contrario, ser un niño que viene de una familia muy humilde. Dependiendo del círculo en el que se mueva el pequeño, pueden tomar cualquier cosa para iniciar el acoso escolar y eso es una auténtica lacra en nuestra sociedad que ha de ser erradicada lo antes posible. En maltratoinfantil.net y bullying.com.es podemos denunciar cualquier tipo de acoso o maltrato, ya sea en el colegio como dentro del núcleo familiar.
Algo que llama mucho la atención entre estas situaciones de bullying es que cualquier cosa que sea diferente es motivo de agresión y eso demuestra que nuestra sociedad, por muy respetuosa ante la diversidad cultural, social y sexual que se proponga ser, sigue teniendo unas carencias impresionantes que se ven reflejadas en la más tierna infancia.
Ante esta situación, los ojos que ven el acoso deben actuar y dejar de ser meros espectadores para pasar a ser un actuante más que, en el mejor de los casos, defienda a la víctima ante el hostigador porque, realmente, según los informes de muchos expertos, esa es la mejor manera de conseguir que el acosador deje de tener interés en acosar ya que pasaría de ser un chico o chica popular a ser una persona non-grata en la escuela.