Periimplantitis y lo que no sabes de ella

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Periimplantitis

¿Alguna vez has oído hablar de la periimplantitis? Suena raro, ¿verdad? Como a algo malo sacado de una serie médica. Pero si tienes implantes dentales, estás pensando en colocarte uno, o simplemente te importa la salud de tu boca… este tema es clave y, de verdad, te interesa. Y no, no es uno de esos términos complicados que el dentista menciona al final de la consulta mientras asientes sin entender absolutamente nada. Esto va en serio, pero no te preocupes, vamos a desmenuzarlo juntos.

La periimplantitis es como ese invitado no deseado que llega a la fiesta (tu boca) después de un implante dental. Y si no lo identificas a tiempo, puede causar más problemas de los que imaginas. Pero, tranquilo, esto no es para asustarte, sino para que estés preparado por si aparece. Porque cuando entiendes el «por qué», el «cómo» y el «qué hacer», tienes el poder de actuar antes de que sea demasiado tarde.

 

¿Qué son los implantes dentales?

Los implantes dentales han cambiado la vida de muchas personas, y sé que pueden cambiar la tuya también. Si alguna vez has perdido un diente, probablemente entiendas el impacto que eso tiene en tu confianza y en la funcionalidad de tu boca. Los implantes dentales son una solución maravillosa para restaurar tanto la estética como la funcionalidad de tu sonrisa.

Un implante es una pequeña pieza de titanio que se inserta en el hueso de tu mandíbula para actuar como una raíz artificial. Encima de este se coloca una corona que se ve y se siente como un diente natural. La principal ventaja es que no solo mejora la apariencia de tu sonrisa, sino que también te permite comer y hablar con total normalidad.

 

¿Todo es perfecto con los implantes?

Aunque los implantes dentales tienen una tasa de éxito muy, muy alta, también pueden presentar complicaciones si no se cuidan de forma adecuada. Una de las principales preocupaciones es la periimplantitis, una condición que puede amenazar el éxito a largo plazo de tu implante. A veces, creemos que una vez que el implante está colocado, no hay que preocuparse más, pero esto no podría estar más lejos de la realidad.

Es importante entender que el cuidado diario y las visitas regulares al dentista son esenciales para mantener los implantes en buen estado. Sin estas medidas, podrías enfrentarte a problemas como la periimplantitis, que no solo afecta la salud de tu boca, sino también tu inversión en el tratamiento.

 

¿Qué es la periimplantitis?

La cínica dental Dental Studio nos explican que la periimplantitis es una inflamación que afecta los tejidos alrededor de un implante dental.

Es como una versión más seria de la gingivitis, pero, en este caso, afecta a la estructura que sostiene tu implante. Lo preocupante es que, si no se trata a tiempo, puede llevar a la pérdida del implante, algo que nadie quiere después de haber pasado por el proceso de colocárselo.

Cuando me enteré de esto por primera vez, no podía creer que algo tan serio fuera tan poco comentado. La periimplantitis no es solo una infección pasajera. Es una condición que puede desarrollarse lentamente, y lo peor es que muchas veces no te das cuenta hasta que ya hay daño avanzado.

 

¿Cuáles son los síntomas?

Uno de los grandes problemas de la periimplantitis es que sus primeros signos pueden pasar desapercibidos. En mi caso, fue una sensibilidad extraña en el área del implante, algo que al principio ignoré porque pensé que era normal. Pero no lo era.

Estos son algunos de los síntomas más comunes que debes tener en cuenta:

  1. Sangrado: Si tus encías sangran al cepillarte o usar hilo dental cerca del implante, presta atención.
  2. Inflamación: Tus encías se ven hinchadas o enrojecidas alrededor del implante.
  3. Dolor o molestia: Puede que no sea un dolor intenso, pero si sientes algo diferente, es una señal.
  4. Movilidad del implante: Este es un signo más avanzado y preocupante. Un implante no debería moverse.
  5. Mala higiene oral visible: A veces, una acumulación de placa alrededor del implante puede ser un indicador temprano.
  6. Mal sabor o mal olor persistente: Esto podría indicar una infección.

En mi caso, fue una combinación de inflamación y sangrado lo que finalmente me llevó a buscar ayuda. Ojalá lo hubiera hecho antes.

 

¿Por qué ocurre?

Ahora viene lo importante: ¿por qué pasa esto? Aquí hay varias razones, y muchas de ellas tienen que ver con nuestra propia rutina y cuidado.

  1. Mala higiene bucal: Los implantes también necesitan cuidados diarios. No se trata solo de cepillarte los dientes de manera rápida, sino de asegurarte de limpiar bien el área del implante.
  2. Acumulación de placa bacteriana: Si las bacterias se acumulan alrededor del implante, pueden causar inflamación y eventualmente dañar el hueso.
  3. Hábitos nocivos: El tabaco, por ejemplo, es un gran enemigo de los implantes. Fumar dificulta la cicatrización y aumenta el riesgo de infección.
  4. Factores genéticos: Algunas personas simplemente son más propensas a problemas de encías o periimplantitis.
  5. Problemas previos de encías: Si antes tenías gingivitis o periodontitis, tus posibilidades de desarrollar periimplantitis son mayores.
  6. Mala colocación del implante: Aunque no nos guste pensarlo, a veces el problema también puede estar en la forma en que se colocó el implante.

 

¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico de la periimplantitis no es algo que puedas hacer por tu cuenta: requiere la atención de un profesional. Así que, si sospechas que algo no anda bien con tu implante dental, lo mejor es visitar a tu dentista de confianza. Ellos tienen las herramientas y la experiencia para detectar este problema a tiempo y evitar complicaciones mayores.

  • Primero, realizarán exámenes clínicos para revisar el área alrededor del implante. Buscarán signos como enrojecimiento, inflamación, sangrado o incluso pus. Estos son indicadores de que algo no está bien.
  • Además, las radiografías serán fundamentales en el proceso. Con ellas, el dentista podrá evaluar si hay pérdida ósea alrededor del implante, una de las señales más claras de periimplantitis. La imagen les permitirá observar lo que no se ve a simple vista.
  • Otro paso clave es el sondeo periodontal. Usando una herramienta especial, medirán la profundidad de los surcos que rodean el implante. Si estos son más profundos de lo normal, podría ser una señal de que hay inflamación o infección en los tejidos que lo sostienen.

Un diagnóstico temprano es vital para tratar la periimplantitis de forma efectiva, así que no dejes pasar los síntomas. Tu sonrisa lo agradecerá.

 

¿Qué se puede hacer?

Si tienes periimplantitis, lo primero que debes saber es que no estás solo en esto, le ocurre a más personas de las que crees. Hay tratamientos, y lo más importante es actuar rápido.

  1. Limpieza profesional: Una de las primeras medidas es eliminar la placa y el sarro acumulados alrededor del implante.
  2. Antibióticos: En algunos casos, el dentista puede recetar antibióticos para combatir la infección.
  3. Terapia láser: Esta es una opción moderna que ayuda a desinfectar el área sin dañar los tejidos circundantes.
  4. Cirugía: En casos avanzados, puede ser necesario un procedimiento quirúrgico para limpiar profundamente y regenerar el tejido perdido.
  5. Reevaluación constante: Una vez tratado, necesitarás visitas regulares para asegurarte de que la periimplantitis no vuelva.

Lo más importante es no ignorar los síntomas.

Cada día cuenta, y actuar a tiempo puede marcar la diferencia entre salvar tu implante o perderlo.

 

Preguntas comunes que muchos tienen

Ahora quiero responder algunas preguntas que me han hecho o que yo también me hice en su momento:

¿La periimplantitis es dolorosa? No siempre. Ese es el problema. Puede que solo sientas una leve molestia, pero eso no significa que no sea grave.

¿Se puede prevenir? Sí, y eso es lo mejor. Una buena higiene bucal, visitas regulares al dentista y evitar el tabaco son clave.

¿Todos los implantes pueden desarrollar periimplantitis? Técnicamente, sí. Pero algunos factores aumentan el riesgo, como antecedentes de problemas de encías o malos hábitos.

¿Los implantes fallan por completo si tienes periimplantitis? No siempre. Si se detecta a tiempo y se trata adecuadamente, es posible salvar el implante.

¿Cómo elegir al dentista correcto? Busca a alguien con experiencia en implantes y que te inspire confianza. La comunicación es clave.

 

Ahora, ya sabes que existe

La periimplantitis no es un tema agradable, pero es importante hablar de ello. Tener un implante dental no significa olvidarse del cuidado oral. Al contrario, requiere un compromiso continuo. Yo aprendí esto de una manera que ojalá hubiera sido menos complicada, y por eso te lo cuento.

Si tienes implantes o estás pensando en colocarte uno, infórmate. Haz preguntas, cuida tu higiene bucal y presta atención a las señales de alerta. Tu salud bucal lo vale.

Recuerda, no hay preguntas tontas cuando se trata de tu salud. Si algo no te parece normal, busca ayuda. No esperes a que sea demasiado tarde. La periimplantitis puede ser seria, pero también se puede manejar si actuamos a tiempo.

Espero que esta información te sea útil y, sobre todo, que te ayude a cuidar tus implantes y tu sonrisa.

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