Hace un mes nos libramos de bien poco en casa de una auténtica catástrofe. Si no hubiese sido por los extintores que habíamos comprado hacía unos días en Balsamar, una empresa que se mueve entre Barcelona y Girona, especializada en la venta y servicio en material de seguridad y de protección contra los incendios, ¡no sé de qué manera hubiese podido acabar todo! Pues, imagínense que al habernos mudado de casa hacía unas semanas, decidimos mi pareja Paula y yo organizar una gran fiesta e invitar por esa razón a nuestros familiares y amigos. Optamos para el menú por la solución la más sencilla para todo el mundo, a saber, la de torrar unas cuantas chuletas de carne, unas otras cuantas salchichas y longanizas de varios tipos, asar a la brasa unas patatas y preparar distintas y variadas ensaladas. Como hacía frío ese día y que además se puso a llover, no pudimos sin embargo hacerlo en el patio como inicialmente lo habíamos previsto. Con lo cual, decidimos trasladarlo todo al garaje ya que éste es inmenso y podía por ello cobijar a todos nuestros invitados.
Tener un extintor al alcance puede hacer la diferencia
Así pues, cogimos todas las cosas y las llevamos al garaje donde nos pusimos a preparar la cena. A lo primero, todo fue genial. Entre risas y carcajadas, íbamos asando las chuletas y las patatas. También es verdad que entre dos torradas nos tomábamos un trago o dos de cerveza… En fin, todo ello para deciros que de pronto no sé cómo ni por qué exactamente, empezaron a salir unas llamas impresionantes de la barbacoa (creo que tuvo que volcarse encima una botella de alcohol cualquiera). Con ello, al levantarse del susto precipitadamente uno de los comensales, éste arrojó sin querer sobre el fuego parte de su vaso de ginebra y es cuando las llamas empezaron a ganar la parte izquierda del garaje. Muchos de los invitados salieron pitando. Sin embargo, varios de mis amigos y mi cuñado se quedaron intentando combatir las llamas con lo primero que encontraron: sus abrigos y una vieja manta que yacía por allí. Por mi parte, yo cogí uno de los extintores que tenía a mano y le grité a mi cuñado que fuera a por el otro que estaba en la primera planta y después de un tiempo que nos pareció eterno, conseguimos por fin apagar el incendio… “¡Madre mía! Si no hubiese sido por los extintores y nuestra sangre fría, ¡no sé qué hubiese podido pasar aquí!”, pensé extenuado… Mis amigos, cuñado y yo nos abrazamos aliviados. Lo que tenía que haber sido un día bonito se convirtió en una fea pesadilla. Pero bueno, los daños habían sido sólo materiales cuando podían haber sido mayores. A nadie le había pasado nada, y ello era verdaderamente lo que importaba.
¿Qué tipos de extintores existen y cómo elegirlos?
Antes de decidir tener en casa extintores nunca me había preocupado por las diferencias y funciones entre los tipos de extintores que existían en el mercado. No obstante, sí que ello se tenía que tomar en cuenta tal y como me lo explicaron en la empresa Balsamar cuando decidí comprar unos para mi domicilio. Así pues, según el tipo de materiales que había en la zona debías elegir entre los de tipo A para los sólidos tales como el papel, la madera, el plástico, etc., los de clase B para los líquidos inflamables, como la parafina, la gasolina, el aceite, etc. Los de clase C para los gases inflamables, tales como el propano, el butano, el metano, etc. Los de clase D para los metales como el aluminio, el magnesio, el titanio, etc. Los de clase E para los incendios que implicaban material eléctrico, etc. Y, por fin, los de Clase F para el petróleo, etc. Por mi parte opté por el extintor de espuma el cual combate los incendios gracias a la formación de burbujas llenas de aire formadas de soluciones acuosas. Al ser de más baja densidad que los líquidos inflamables, ello permite que la solución flote produciendo así una capa llamada manta o manto de espuma que evita que se extinga el incendio por exclusión de aire y posterior enfriamiento del combustible. ¡Vaya que el tener extintores y detectores de incendio en casa me parece necesario! En mi caso, ello evitó en efecto que daños menores se convirtieran en una catástrofe…