Es curiosa la visión que tenemos de nuestros padres cuando somos niños, los vemos como nuestros héroes, incapaces de ponerse malos y enfermar. Sin embargo, la edad pasa y el envejecimiento es una realidad que se encuentra a la vuelta de la esquina.
Parece que siempre van a estar bien, algo así como una ilusión de inmortalidad, hasta que descubres que son como el resto de los mortales y también pueden enfermar. Aún recuerdo con total claridad el día que a mi padre le diagnosticaron con Parkinson.
Me costó bastante asimilar que alguien tan fuerte y que había sido siempre un atleta consumado padeciera una enfermedad de este tipo.
Cómo Mejorar la Calidad de Vida en Pacientes con el mal de Parkinson
El Parkinson es causado por el daño irreversible del 80% de las células nerviosas ubicadas en el cerebro, estas se atrofian por la insuficiencia en la producción de dopamina. Esta sustancia química es de vital importancia y sumamente necesaria, pues influye en la función del movimiento muscular, equilibrio y coordinación.
El Parkinson ataca a las funciones del sistema nervioso central, impidiéndole a la persona controlar sus movimientos, haciéndolos erráticos y temblorosos.
Se especula que la enfermedad puede adquirirse por el acceso a agua contaminada con químicos, el uso de algunos pesticidas puede generar el mal, por lo que es recomendable usar guantes, gafas y máscara a la hora de usar estas sustancias.
Si bien, cuanto más aprendía sobre la enfermedad menos encontraba ninguna explicación para que mi padre la hubiese padecido por el estilo tan saludable de vida que había llevado siempre.
Me pareció muy interesante un estudio del Doctor G. Webster Ross, neurólogo del Centro Médico para Veteranos de Guerra de Honolulu que realizó un experimento a 800 hombres.
En su estudio Ross demostró que el consumir de 5 a 6 tazas de café diariamente impedía a la enfermedad que se desarrollase, ya que la cafeína eleva los niveles de dopamina del cerebro. Lo que no es claro todavía es si el compuesto activo del café previene la enfermedad o solo la detiene.
Si bien, mi padre ha empezado a tomar café desde que se lo comenté y sí que notamos cierta mejoría en sus síntomas.
Por otra parte, como estoy convencida de esa antigua frase de Hipócrates que afirmaba que “somos lo que comemos” también he aprendido cómo el consumo de ciertos alimentos puede ayudar a prevenir esta enfermedad.
Productos como el té verde, alimentos ricos en vitamina E, vitamina C o el Ginko Bilboa, una hierba considerada milagrosa ya que es muy beneficiosa para el cerebro porque ayuda a incrementar su circulación en la sangre. Aumenta el flujo sanguíneo, con lo que aumenta el número de células nerviosas en el cerebro a las que puede llegar la dopamina.
Si bien, la mayoría de estas medidas tenían que ver con la prevención de la enfermedad y llegado un punto lo que mi padre necesitaba era un tratamiento que no se centrara únicamente en la farmacología y que ayudara a ser también parte activa de su recuperación. Conociendo a mi padre esto era vital para su motivación.
Pasado un tiempo, comprendimos que lo mejor iba a ser que estuviera algún tiempo en un centro con especialistas en su enfermedad, que le ayudaran a tomar ese papel más activo en su recuperación.
Así que pasó una temporada en el Centro Asistencial Benviure, especialistas en tratamiento no farmacológico del Parkinson y donde mi padre aprendería rutinas de ejercicios que ayudarían mucho a mejorar su calidad de vida. Su Tratamiento Parkinson es todo un referente en cuanto al abordaje de las diferentes causas que abocan a los pacientes a este diagnóstico. Por ello es uno de los tratamientos más prestigiosos para el Parkinson en Barcelona.
El tratamiento se fundamenta en las terapias de estimulación física y cognitivas propias, elaboradas por sus neuropsicólogos y el resto del equipo de terapeutas, que hacen que el avance de la enfermedad no sea tan drástico.
De hecho, muchos estudios han demostrado que la rehabilitación y la actividad física diaria son una de las partes más importantes del tratamiento para mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Al potenciar la actividad muscular siempre adaptándose a cada paciente y mediante ejercicios de movilidad y estiramientos se consiguen muy buenos resultados y efectos muy beneficiosos en los pacientes para conservar el tono muscular.
Ejercicios con bandas elásticos, ejercicios de equilibrio como caminar sobre una línea recta o ejercicios de coordinación entre otros que mi padre empezó a realizar diariamente con ayuda de estos profesionales mejorando muchísimo en cuanto a calidad de vida y a empoderarse de su propia salud.