El síndrome de desgaste profesional, también llamado síndrome del trabajador quemado o Síndrome Burnout es una respuesta física y psicológica al estrés laboral crónico, que desencadena un agotamiento continuo y se manifiesta en una apatía generalizada y en actitudes cínicas respecto al trabajo, los compañeros y el rol que el afectado desempeña en la empresa.
El nivel de presión al que nos vemos sometidos los trabajadores, en los tiempos que corren, hace que con el tiempo podamos terminar sufriendo desequilibrios psicológicos y mentales que no solo afectan a nuestro rendimiento en el trabajo, sino también a nuestra vida personal y a nuestra relación con los demás.
De forma natural, las empresas ponen en competencia a los trabajadores para alcanzar sus metas. El trabajador se ve obligado a competir con su compañero y demostrar que es más eficiente y productivo que la persona que tiene al lado. Lo percibimos como una condición necesaria para conservar nuestro puesto de trabajo o para promocionarnos profesionalmente.
Con el tiempo, después de haber dado el 120% de nosotros mismos, en unas condiciones de presión permanente, nos damos cuenta de que el esfuerzo invertido no se corresponde con la recompensa recibida. No nos sentimos suficientemente valorados o no percibimos la retribución económica o social que esperábamos.
Esto puede parecer una respuesta lógica; sin embargo, como veremos más adelante, se trata de un problema mental que deja secuelas físicas y psicológicas a la persona que lo sufre.
El psicólogo andaluz Carlos Ruiz, que dirige un gabinete en Córdoba especializado en el tratamiento de la ansiedad y del estrés laboral, señala que las terapias psicológicas de tercera generación son una herramienta apropiada para tratar trastornos de este tipo. Se trata de terapias que suelen incluir un enfoque de aceptación de la realidad y que incluyen ejercicios de relajación y de mindfulness orientados.
El síndrome de Burnout es un problema para las empresas y para los trabajadores. Conozcamos un poco más sobre él.
Los síntomas.
La web médica ADA Health, que recoge la sintomatología de varias enfermedades mentales ofreciendo información a los lectores para detectar posibles problemas de salud, señala que el Síndrome de Burnout reúne una amalgama de síndromes físicos y mentales. Estos son algunos de los más representativos:
- Dolores de cabeza. El Síndrome de Desgaste Laboral suele aparecer después de sufrir situaciones prolongadas de estrés que el trabajador no ha sabido controlar. Fruto de ello, es habitual que experimente episodios prolongados y recurrentes de cefalea que le imposibilitan concentrarse tanto en el trabajo como en otras actividades de su vida cotidiana.
- Trastornos del sueño. Es frecuente que el enfermo sufra un insomnio crónico en el que le cuesta conciliar el sueño por las noches, acompañado de despertares recurrentes. Lo cual le dificulta descansar y reponer energías.
- Tensión muscular. Debido al nivel de presión que soporta, es normal que sufra contracturas que le generan dolores de espalda y de cuello.
- Irritabilidad. Un trabajador afectado por el Síndrome de Burnout puede tener un nivel de irritabilidad alto que producen ataques de ira ante pequeños cambios o situaciones inesperadas que no merecen una respuesta de tal intensidad.
- Apatía. La indiferencia y el desinterés por todo aquello relacionado con el trabajo es una de las manifestaciones habituales de este trastorno. El trabajador se encuentra desmotivado y realiza las tareas que le corresponden en piloto automático.
- Cinismo. Responder a órdenes de los superiores o a comentarios de los compañeros con actitudes cínicas suele ser otra de las manifestaciones típicas de esta enfermedad. El trabajador quemado tiende a aislarse y a separarse de los demás debido a comportamientos de este tipo.
- Fatiga crónica. El agotamiento físico y mental es otro de los síntomas definitorios de este trastorno. Debido a no poder descansar, a los problemas físicos derivados y a toda la energía gastada durante los periodos de estrés, el enfermo se encuentra agotado permanentemente.
Si sufres todos o muchos de estos síntomas, es probable que padezcas un Síndrome de Burnout, consulta a un psiquiatra para confirmarlo.
Causas.
Para empezar es importante señalar que no existe una relación directa entre causa y enfermedad. El síndrome puede aparecer por diferentes factores que se dan, principalmente, en el entorno laboral. En ocasiones, aparece como consecuencia de la combinación de varios de ellos. De todos modos, estas son las causas más frecuentes:
- Exceso de carga de trabajo: El exceso de trabajo, ya sea en términos de volumen o de responsabilidades, es una causa común del Síndrome de Burnout. Cuando los trabajadores se enfrentan a una carga laboral abrumadora y constantemente, se sienten abocados a cumplir con plazos ajustados y expectativas demasiado altas, pueden experimentar agotamiento emocional y físico.
- Falta de control sobre el trabajo: La falta de autonomía y poder de decisión sobre las tareas laborales puede contribuir al desarrollo del Síndrome de Burnout. Esto sucede cuando los empleados sienten que no tienen la capacidad de influir en su entorno laboral y no pueden tomar decisiones significativas. Esto les genera una sensación de impotencia y desmotivación.
- Trabajo precario. Las condiciones precarias de trabajo también pueden incubar el síndrome. El trabajador concibe que tiene un nivel de exigencia desproporcionado con relación al nivel retributivo o las condiciones laborales que posee. Lo cual termina desmotivándolo por completo.
- Ambiente laboral tóxico: Los conflictos interpersonales, el acoso laboral, la falta de apoyo por parte de los compañeros y los superiores, y un ambiente laboral negativo pueden aumentar el riesgo de desarrollar el síndrome de Burnout. La falta de colaboración, el trato injusto o la ausencia de reconocimiento pueden afectar negativamente la salud mental de los trabajadores.
- Incompatibilidad entre vida laboral y personal: Cuando los empleados sienten que no pueden mantener un equilibrio saludable entre su vida laboral y personal, pueden experimentar estrés crónico y agotamiento. Las largas horas de trabajo y la falta de tiempo para realizar actividades fuera del trabajo pueden contribuir a la aparición del síndrome.
- Falta de apoyo en la empresa: La falta de apoyo por parte de la empresa, en términos de políticas de recursos humanos, programas de bienestar laboral, y acceso a servicios de apoyo psicológico, aumenta la vulnerabilidad de los trabajadores al Síndrome de Burnout. La percepción de falta de respaldo por parte de la empresa puede generar sentimientos de desconfianza, frustración y alienación.
- Monotonía y falta de desafíos: Realizar tareas repetitivas y poco estimulantes, así como la ausencia de oportunidades para el crecimiento profesional y personal, contribuyen al aburrimiento y a la desmotivación en el trabajo. La falta de desafíos puede llevar a una disminución en el compromiso laboral.
Cómo afecta la salud mental a las empresas.
La web de divulgación sanitaria Affor Health subraya que según datos de la O.M.S. (Organización Mundial de la Salud) cada año se pierden en el mundo 1 billón de dólares de productividad a causa de las enfermedades mentales en el trabajo.
Hasta hace bien poco, la depresión se concebía socialmente como un estado de ánimo, no como una enfermedad. El hecho de que los trastornos de ansiedad, el estrés crónico y la depresión se hayan convertido en una de las principales causas de baja laboral han hecho que las empresas se empiecen a tomar en serio la salud mental de sus empleados. En España durante el 2023 se concedieron 600.000 bajas relacionadas con trastornos mentales. La recuperación de los enfermos para reintegrarse a su puesto de trabajo suele durar meses.
Aunque parece que hay una mayor sensibilización respecto a estos problemas, aún queda mucho por hacer. Muchos de estos trastornos se incuban en el entorno laboral. El mejor remedio está en los programas de prevención. Como se suele decir, más vale prevenir que curar.
No abrumar a los trabajadores con cargas de trabajo superiores a las que pueden gestionar, mejorar las condiciones de trabajo y crear ámbitos laborales agradables, inclusivos y respetuosos son medidas que en cierto grado pueden paliar este problema.
Cómo prevenir el síndrome de Burnout.
Algunos psiquiatras industriales señalan que todo empieza por empezar a tomarse en serio el tema de la salud mental. Ya que los trastornos son individuales, los sufren personas con nombres y apellidos, se debería potenciar la comunicación individual con los trabajadores. Dejar de considerarlos como un operario más de la plantilla y empezar a atender a sus circunstancias personales. Si tienen responsabilidades familiares, cuáles son sus aspiraciones personales, su situación económica. Si la empresa las conoce, tal vez pueda ayudarle en alguna de ellas, integrando más al trabajador dentro de la dinámica de la empresa.
Es habitual que en momentos puntuales llegue una sobrecarga de trabajo. Para afrontarla, los trabajadores deberán esforzarse más de lo habitual. Este esfuerzo extra debería ser recompensado, bien con una mayor retribución económica o con un tiempo extra de descanso.
Muchas de las situaciones de estrés laboral, entendiéndolas como sobrecarga de trabajo en una etapa determinada, se debe a una mala organización de la empresa. La mala planificación del trabajo por parte de los directivos, terminan pagándola los trabajadores. La empresa debería prever todos los escenarios posibles antes de que se produjeran.